DALLAS — Lo que empezó como una inquietud de dos frailes capuchinos un 9 de enero de 1960, cuando admiraron la devoción de los esposos Inés y Juan González en la capilla de Nuestra Señora de Lourdes en Dallas, trajo a nuestra diócesis un movimiento de evangelización, que este año celebra medio siglo.
Los esposos González, de paso por Dallas, habían vivido un Cursillo de Cristiandad en la vecina ciudad de Waco y fue su devoción lo que llevó a los frailes capuchinos a experimentarlo y traerlo a la Diócesis de Dallas, hace 50 años.
DALLAS—Llegar el 11 de diciembre de rodillas y cargando una estatua de piedra de la Virgen Morena, fue para José Martinez “una pequeña manda para agradecerle por todas las bendiciones”, dijo el también feligrés de la Iglesia de San Agustin en Dallas.
Junto a Martinez, una decena de mil guadalupanos colmó la calle Ross en el centro de Dallas, el 11 de diciembre, víspera de la Fiesta de Santa María de Guadalupe, con la intención de visitar la Catedral dedicada a la Virgen Morena, patrona de Dallas y las Américas.
Con la conclusión de la novena en su honor, la gente llenó las bancas del Santuario desde las 6:30 p.m. para rezar el santo rosario que estuvo seguido de danzas de matlachines y cantos.
A las 10 p.m. el obispo Edward J. Burns concelebró la misa junto al rector de la Catedral, el padre Jesús Belmontes. A la medianoche se cantaron Las Mañanitas a la Virgen a ritmo de banda norteña.
LLENOS DE GRATITUD
“Vengo de corazón a ver a la Virgen porque Ella siempre está conmigo, en las buenas y en las malas”, afirmó Martinez, vistiendo una tilma de San Juan Diego con la imagen de la Virgen Morena en su pecho.
El atuendo lo ha vestido cada 12 de diciembre desde que llegó de México al norte de Texas hace 15 años. “Siempre he sido devoto y a Ella le encomiendo a toda mi familia”, comentó. La estatua que llevó en brazos, dijo, es “un símbolo de que cuando estoy con ella, se van todos mis problemas”.
Así como para Martinez, para las familias Lara, Velazquez y Avilés, llegar a “felicitar y agradecer” a la Virgen de Guadalupe en su día, no era una opción, sino una obligación, “un acto de fe al que no podíamos faltar”, dijeron.
Fueron unos diez miembros de estas familias que en el día de la Virgen de Guadalupe, quisieron peregrinar para recibir las indulgencias del Año Jubilar.
“Venimos a agradecerle a la Virgen por varios milagros que hizo en nuestras familias”, dijo Araceli Lara.
“Es algo celestial poder estar aquí en su casa, en su santuario y agradecerle por todos los milagros que nos concede Dios a través de la Virgen de Guadalupe”, agregó Carolina Avilés, asegurando que tras recibir la indulgencia, “me siento bendecida, ligera y agradecida porque pude sacar almas del purgatorio y al mismo tiempo venir a celebrar a la Virgen, ya que siempre hemos sido guadalupanas”, dijo la mujer originaria de Guanajuato, México.
NO ESTÁN SOLOS
Hablando en español, el obispo Edward J. Burns dijo a los fieles reunidos en la santa misa, que la Virgen de Guadalupe “los ama aún más”.
“Gracias por su fe, gracias por su amor a nuestra Madre”, agregó recordando que la Virgen de Guadalupe apareció no frente a los poderosos, “sino a un hombre humilde, a San Juan Diego. Y hoy Ella les habla a ustedes de la misma manera, ella les dice “no tengas miedo, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre?”, recordó.
“Nuestra Señora de Guadalupe camina con ustedes en estos momentos y yo como su obispo, yo camino con ustedes también, la Iglesia camina contigo, ustedes no están solos”, agregó expresando enfáticamente “a los miembros de la comunidad inmigrante” que “la Iglesia es su hogar, es su casa, ustedes no están en los márgenes de la Iglesia, ustedes son la Iglesia”, afirmó.
Antes de que el obispo diera la bendición final, el padre Belmontes agradeció a todos los ministerios de la Catedral por su esfuerzo en “entregar una fiesta digna para nuestra madre”. Asimismo agradeció a todos los presentes “que acompañaron al obispo Burns y exhortó a que el mensaje del obispo lo lleven en el corazón. “Esta es la casa de nosotros y somos bienvenidos, porque Ella (la Virgen) nos adopta a todos”, dijo.
Jorge Hernández, ministro de eucaristía en la Catedral, apoyó en los servicios de hospitalidad y asegura que recibir a tantos peregrinos cada año es una mezcla de “alegría y nostalgia porque conmueve ver tanta gente que llega frente a la Virgen a agradecer, pero también con sus necesidades”, dijo agregando que “esa necesidad me inspira a orar más, a estar más fuerte en mi fe y a través de la Virgen pedirle a nuestro señor Jesucristo por todos”.
Hoy, en la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, el obispo Edward J. Burns de la Diócesis Católica de Dallas…
On December 12, the Feast of Our Lady of Guadalupe, Bishop Edward J. Burns of the Catholic Diocese of Dallas released his post-synodal pastoral letter and pastoral plan, marking the beginning of the next phase in the life of the local Church.
The Diocesan 2025 Choral Festival brought together voices from schools across the Diocese of Dallas in a radiant celebration of faith and music. Hosted at St. Thomas of Aquinas Catholic School, the Christmas concert filled the season with harmony, hope, and anticipation.
In response to the devastation caused by flooding in the Texas Hill Country over the July 4 weekend, the Catholic Diocese of Dallas raised more than $420,000 through an emergency second collection for disaster relief.
Por: Isabella H. de Carvalho – Istanbul VATICAN NEWS En la Catedral del Espíritu Santo de Estambul, el Papa León…
Crecí escuchando este refrán de mis padres y abuelos; hasta Don Quijote nos lo recuerda sabiamente. Muchas veces imploramos a nuestros hijos que sean agradecidos por todo lo que Dios nos ha dado frente a tanto sufrimiento en este mundo. Sin embargo, no podemos perder de vista que la gratitud es en sí misma una virtud humana que tiene conexión directa con la alegría.
Como ocurre con muchas cosas en la vida, la alegría no se reconocería sin la tristeza; tenemos que ver la oscuridad para apreciar la luz. Brené Brown, investigadora considerada una de las líderes más influyentes en el estudio de las emociones humanas, ha mostrado cómo la práctica de la gratitud nos abre el corazón a la alegría.
Al reunirnos para celebrar el Día de Acción de Gracias, mi corazón se llena de profunda gratitud por ustedes. A lo largo de este año, al recorrer nuestra querida Diócesis de Dallas y encontrarme con tantos feligreses maravillosos que aprecian su fe católica, he recordado las innumerables bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros.
As we gather to celebrate Thanksgiving, my heart is filled with gratitude for you. Throughout this past year, as I have traveled across our beloved Diocese of Dallas and encountered so many wonderful parishioners who cherish their Catholic faith, I am continually reminded of the countless blessings God has bestowed upon us.