Por Gina Christian
OSV News
El obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, está encabezando una marcha y una vigilia para protestar contra los planes de la Administración Trump de deportaciones masivas de inmigrantes que carecen de autorización legal para vivir y trabajar en los EE.UU. como parte de su estrategia de aplicación de la ley de inmigración.
En una carta abierta del 10 de marzo a la comunidad fronteriza de El Paso, el obispo Seitz invitó a los residentes del área, así como a “personas de fe y todos los comprometidos con el bien común” a reunirse el 24 de marzo a las 6 p.m. en la Plaza San Jacinto, ubicada en el centro de El Paso, con participantes marchando a la Iglesia del Sagrado Corazón. La iglesia de El Paso gestionó un refugio para migrantes que atendió a unas 30.000 personas entre 2022 y 2024.
La marcha y la vigilia, organizadas en colaboración con Hope Border Institute, una organización sin ánimo de lucro de defensa de los inmigrantes con sede en El Paso, tendrán lugar, como señaló el obispo Seitz, en la festividad de San Óscar Romero, el arzobispo mártir de San Salvador conocido por su férrea defensa de los derechos humanos y de los marginados.
Junto con el obispo Seitz y los líderes de la comunidad estarán el cardenal Fabbio Baggio de Bassano del Grappa, Italia, subsecretario del Dicasterio Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, así como obispos de Estados Unidos, México y Canadá.
“La amenaza de deportaciones masivas es insostenible e inmoral y exige una respuesta creíble”, afirmó Mons. Seitz en su carta abierta.
Y añadió: “Juntos, caminaremos para expresar nuestra solidaridad con nuestros vecinos presas del miedo en este momento. Caminemos juntos, confiados en que Dios está presente en nuestros deseos de un mundo más justo y en nuestras acciones para hacerlos realidad”.
Mons. Seitz dijo que ha percibido la “palpable ansiedad” que se ha apoderado tanto de los inmigrantes como de los no inmigrantes residentes en la zona ante las políticas de la Administración.
El obispo señaló el reciente “cierre de la frontera a las personas vulnerables”, junto con “medidas migratorias contra nuestros vecinos y la negación de protecciones razonables para nuestras escuelas, hospitales y lugares de culto”.
La administración Trump ha declarado una emergencia fronteriza, deteniendo el sistema de asilo de la nación y desplegando tropas adicionales en la frontera entre Estados Unidos y México.
Además, Trump ha retirado las protecciones generales contra las detenciones de inmigrantes en “áreas protegidas” como lugares de culto, escuelas y centros de salud. Sin embargo, un juez federal ordenó el 24 de febrero al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o ICE, que no realizara este tipo de detenciones en unos 1.700 lugares de 35 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico.
La administración Trump también canceló las citas de inmigración a través de la antigua aplicación CBP One, que se había puesto en marcha bajo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de la administración Biden para ayudar a los solicitantes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México a obtener una cita con Aduanas y Protección Fronteriza.
El 10 de marzo, el DHS lanzó CBP Home, una aplicación que permite a los inmigrantes avisar a las autoridades de sus planes de “autodeportación”, lo que la agencia calificó de “la opción más segura para los extranjeros ilegales” y la más rentable para el gobierno federal.
La aplicación forma parte de la campaña publicitaria de 200 millones de dólares del DHS para incentivar la salida de los inmigrantes.
“En los últimos días, yo mismo he perdido amigos que han optado por autodeportarse a condiciones extremadamente difíciles en su país de origen”, dijo el obispo Seitz en su carta.
Los planes de la administración Trump para las deportaciones masivas — una promesa clave de su campaña electoral — se estancaron a principios de marzo a pesar de un lanzamiento de alto perfil con la Secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem y la personalidad de la televisión Phil McGraw (conocido como Dr. Phil) acompañando a las autoridades durante arrestos de inmigración.
Los analistas señalan que, a pesar del modesto aumento de las detenciones, los recursos para hacer cumplir la ley son escasos, y las cifras de deportaciones de Trump están muy por detrás de las de los gobiernos de Biden y Obama.
Los obstáculos jurídicos, logísticos y financieros han paralizado los planes de Trump de utilizar la base naval estadounidense de Guantánamo, Cuba, como centro de detención para unos 30.000 inmigrantes deportados. El costo estimado del transporte ascendía a entre 23.000 y 27.000 dólares por persona. Menos de 200 inmigrantes procedentes de Venezuela — casi un tercio de los cuales no tenían antecedentes penales — han sido procesados allí, y sólo 20 personas permanecían retenidas allí a fecha de 5 de marzo.
Sin embargo, muchos inmigrantes no autorizados siguen temiendo ser detenidos y deportados, lo que ha llevado a algunos a renunciar a asistir a reuniones religiosas, a clases y citas médicas.
“El dolor desgarrador que recorre nuestra comunidad es real”, escribió el obispo Seitz. “La aplicación indiscriminada de las leyes migratorias, la negación del debido proceso y la separación de familias afectan gravemente a nuestra comunidad y constituyen graves ataques a la dignidad humana”.
La participación prevista del cardenal Baggio en la marcha y vigilia del obispo Seitz subraya visiblemente la reciente carta de solidaridad y aliento del Papa Francisco a los obispos estadounidenses. El Santo Padre describió el “programa de deportaciones masivas” de Trump como una “importante crisis” que “lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión”.
El Papa hizo hincapié en que el gobierno puede desarrollar “una política que regule la migración ordenada y legal” que también sirvan al “verdadero bien común” de acoger, proteger, promover e integrar a “los más frágiles, desprotegidos y vulnerables”.
Pie de foto imagen principal: El obispo Mark J. Seitz, de El Paso, Texas, aparece en una foto de archivo, saludando a personas en México, a través de una valla fronteriza después de una misa en Sunland Park, Nuevo México. El obispo Seitz convocó a una protesta contra las deportaciones masivas de la administración Trump. La manifestación se llevará a cabo en El Paso, Texas, el 24 de marzo de 2025, festividad de San Óscar Romero, y a la que asistirá una delegación internacional de obispos. (Foto de OSV News/Bob Roller)