Por Kate Scanlon y Gina Christian, OSV News
WASHINGTON (OSV News) — Una coalición de organizaciones católicas celebró vigilias de oración en todo el país el 22 de octubre por lo que los organizadores denominaron “un día nacional de testimonio público por nuestros hermanos y hermanas inmigrantes”.
Las vigilias se celebraron en medio de la creciente preocupación de algunas comunidades religiosas por el impacto de la revocación por parte de la Administración Trump de una política que prohibía la aplicación de las leyes de inmigración en “lugares sensibles”, como iglesias, escuelas y hospitales.
Las vigilias “Una Iglesia, Una Familia: Testimonio Público Católico por los Inmigrantes” (“One Church, One Family: Catholic Public Witness for Immigrants”) se celebraron en múltiples lugares del país el 22 de octubre. Una segunda serie de eventos está prevista para el 13 de noviembre, festividad de Santa Francisca Javier Cabrini, patrona universal de los inmigrantes.
La iniciativa fue encabezada por la provincia jesuita del oeste, a la que se unieron organizaciones como el Servicio Jesuita para Refugiados de EE.UU., la Red de Solidaridad Ignaciana, Maryknoll, la Red para la Defensa de la Justicia Social Católica (Network Lobby for Catholic Social Justice o CLINIC), Pax Christi USA, los Servicios de Migración y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y varias órdenes religiosas femeninas.
La manifestación y la vigilia de oración en la capital del país tuvieron lugar frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), mientras los empleados del ICE entraban en el edificio y los conductores de la hora punta tocaban ocasionalmente el claxon en señal de reconocimiento.
“Queríamos ser testigos”, declaró Judy Coode, directora de comunicaciones de Pax Christi USA, a OSV News en la vigilia en Washington D.C.
“Tanto como católicos como ciudadanos estadounidenses, tenemos la responsabilidad de dar testimonio de las injusticias que vemos”, dijo Coode. “Por eso, parte de nuestra tradición es rezar en público. Tenemos derecho a hacerlo, así que aprovechamos esa oportunidad y queremos dar testimonio ante quienes están en el poder, quienes toman las decisiones. Queremos apelar a sus conciencias, pedirles que consideren rezar por otro resultado, rezar por otra forma de ser”.
El día antes de las vigilias de oración, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en ingles), que supervisa el ICE, se opuso en las redes sociales a un artículo de CBS News sobre pastores que expresaban su preocupación por que el miedo a las redadas del ICE estuviera alejando a algunos de sus feligreses de la iglesia. En una publicación en X, el DHS afirmó que estaba “PROTEGIENDO a personas inocentes en nuestras iglesias al impedir que los extranjeros ilegales y los miembros de bandas explotaran estos lugares de culto”.
“La directiva del DHS da a nuestras fuerzas del orden la capacidad de hacer su trabajo. Nuestros agentes actúan con discreción y cuentan con la aprobación de un supervisor secundario antes de poder tomar cualquier medida en lugares como una iglesia o una escuela”, decía la publicación.
En el informe de la CBS, el director del ICE, Todd Lyons, afirmó que, a pesar del retroceso, los lugares de culto no son un objetivo de las redadas.
Sin embargo, a principios de octubre, los informes sobre la presencia de agentes del ICE cerca de la iglesia católica St. Jerome, en el barrio Rogers Park de Chicago, provocaron advertencias alarmantes e instaron a la precaución durante de una Misa en español, aunque un portavoz del ICE negó que dicha iglesia fuera un objetivo, según informó NBC Chicago.
La revocación de la política de lugares sensibles (también conocida como política de “áreas protegidas”, que incluyen lugares de culto, hospitales y escuelas) es una de las medidas migratorias de la administración Trump que ha sido criticada por los obispos estadounidenses. Recientemente, los prelados ofrecieron su apoyo a una demanda que impugna el cambio de política, presentando un escrito amicus curiae, a veces denominado escrito de amigo del tribunal, ante la Corte de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia.
“La iglesia es un santuario y un refugio”, declaró Art Laffin, miembro de Dorothy Day Catholic Worker House, a OSV News en la vigilia de Washington.
Las medidas de control de la inmigración en las iglesias, afirmó, serían “un pecado y una injusticia terribles, por lo que realmente exige que todo el pueblo de Dios se una a aquellos que están siendo perseguidos y criminalizados, ya sea en el santuario o en las calles”.
La doctrina social católica sobre la inmigración también equilibra tres principios interrelacionados: el derecho de las personas a emigrar para sustentar sus vidas y las de sus familias, el derecho de un país a regular sus fronteras y controlar la inmigración, y el deber de una nación de regular sus fronteras con justicia y misericordia.
La hermana de San José Bethany Welch, miembro del equipo nacional de planificación de “Una Iglesia, Una Familia”, declaró a OSV News en una entrevista telefónica el 22 de octubre: “Es esencial que seamos solidarios, especialmente con nuestros hermanos y hermanas que están detenidos”.
La hermana Bethany había asistido a la peregrinación binacional del 12 de octubre dirigida por el obispo Gerald F. Kicanas, administrador apostólico de la diócesis de Tucson, Arizona, como parte de una misión para solidarizarse con los migrantes. A
firmó que su participación en la vigilia “Una Iglesia, Una Familia” del 22 de octubre en un centro de detención de inmigrantes en Newark, Nueva Jersey, era una continuación de ese esfuerzo y de “la llamada del Evangelio a estar atentos a aquellos que están siendo perjudicados o marginados”.
Aunque a menudo se considera a los inmigrantes como “otros”, dijo, “en realidad, forman parte de nuestra Iglesia”.
En todo Estados Unidos, los cristianos representan aproximadamente el 80% de todas las personas en riesgo de ser deportadas por la campaña de deportaciones masivas de Trump, y el grupo más numeroso de cristianos afectados es el de los católicos, según un informe conjunto católico-evangélico publicado por World Relief. El informe reveló que uno de cada seis católicos (18%) es vulnerable a la deportación o vive con alguien que lo es.
“La iglesia de Filadelfia, la iglesia de Newark, la iglesia de Washington D.C. se han construido y mantenido a lo largo de diversas historias de migración, ya sea de inmigrantes irlandeses, latinoamericanos, africanos, haitianos, etc.”, afirmó la hermana Bethany. “A menudo, a medida que prosperamos o tenemos más ventajas, olvidamos nuestros orígenes y nuestros humildes comienzos”.
Añadió que la “falta de memoria”, junto con una “mentalidad de escasez” –que no ve que el amor, la compasión y la misericordia de Dios son “suficientes para todos nosotros”– se encuentran en el núcleo del sentimiento anti-inmigrante que atraviesa el país.
Pero la comunidad migrante forma una parte muy importante en la iglesia de este país. Según los datos del Pew Research Center publicados en junio, más de cuatro de cada diez católicos en Estados Unidos son inmigrantes (29%) o hijos de inmigrantes (14%). Ocho de cada diez católicos hispanos han nacido fuera de Estados Unidos (58%) o son hijos de inmigrantes (22 %), mientras que el 92 % de los católicos asiáticos son inmigrantes (78%) o hijos de inmigrantes (14%). Por el contrario, la gran mayoría de los católicos blancos están alejados tres o más generaciones de la experiencia inmigrante: solo el 6% nacieron fuera de Estados Unidos, y otro 9 % nacieron en Estados Unidos de al menos un progenitor inmigrante.
La hermana Bethany dijo que las vigilias “Una Iglesia, Una Familia” son “una invitación a recordar de dónde venimos”, afirmó.
Varias docenas de participantes en una vigilia “Una Iglesia, Una Familia” en Filadelfia, que tuvo lugar frente a las oficinas del ICE de esa ciudad, reflexionaron sobre el anuncio de Cristo de su misión terrenal para con los pobres, los ciegos y los cautivos, tal y como se relata en el Evangelio de San Lucas 4,16-30.
“¿Quiénes son los pobres entre nosotros que necesitan escuchar el Evangelio, y quiénes son los ciegos que necesitan recuperar la vista?”, preguntó la hermana de San José Linda Lukiewski, una de las ponentes del evento
La hermana Linda, cuya larga trayectoria ministerial incluye misiones en Centroamérica y entre las comunidades latinas de Estados Unidos, respondió: “Creo que los pobres entre nosotros que más necesitan escuchar el Evangelio son aquellos que carecen de compasión y sentido de la justicia, que sufren de pobreza de juicio recto y que desconocen que todos somos hermanos y hermanas y que todos merecemos respeto y dignidad”.
Peter Pedemonti, miembro fundador y codirector del New Sanctuary Movement of Philadelphia, una organización sin ánimo de lucro que defiende a los inmigrantes basada en la doctrina católica, señaló en su discurso que “al menos cuatro personas” habían sido detenidas por el ICE esa mañana y se encontraban recluidas en el edificio situado detrás de los participantes en la vigilia.
“Llevemos en nuestro corazón y en nuestras oraciones a esas personas que se encuentran en las celdas de detención detrás de nosotros”, dijo Pedemonti.
También instó a los presentes a “dejar que nuestros corazones se rompan una y otra vez” para que esas detenciones no se conviertan en “algo normal”.
Kate Scanlon es reportera nacional de OSV News con sede en Washington. Gina Christian es reportera multimedia de OSV News. El editor de noticias nacionales de OSV News, Peter Jesserer Smith, ha contribuido a este reportaje.
NOTAS: Para más información sobre las vigilias “Una Iglesia, Una Familia”, visite: https://1family.us/
Pie de foto: Varios participantes se reunieron el 22 de octubre de 2025 frente a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Filadelfia, como parte de las vigilias de oración nacionales “Una Iglesia, Una Familia”, organizadas por la provincia occidental de los jesuitas y varias organizaciones católicas, incluyendo los Servicios de Migración y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, para protestar contra las deportaciones masivas y promover el acompañamiento pastoral a los inmigrantes sin estatus legal permanente en Estados Unidos. (Foto OSV News/Gina Christian)