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“Sigan abogando por los migrantes”: encomienda el Papa a peregrinos del Jubileo

El encuentro con el Papa León XIV reavivó en ellos la vocación de servir a los que sufren y a los marginados.

Por Constanza Morales

Revista Católica Dallas

“No estamos solos”, así resumió María Salazar, el sentimiento que la embargó cuando supo que podría enviar a El Vaticano una misiva con la intención de pedir al santo padre por la protección de los inmigrantes hispanos.

“Dios nos tiene en su mano y no nos abandona”, agregó Salazar, oriunda de Monterrey, México y servidora junto a su esposo Pedro, desde hace una década, en el Ministerio de Eucaristía de su iglesia, la parroquia de Santa Ana, en Coppell. 

Los Salazar escribieron en una tarjeta su petición para que Dios interceda tocando el corazón de los líderes y las familias inmigrantes dejen de sufrir persecución en Estados Unidos. 

“En nuestra comunidad muchos tienen temor”, comentó Salazar. 

“Si pudiera tener al Papa León frente a mí, le pediría que aumentara mi fe, para no dejar de creer nunca que es Dios quien tiene la última palabra”, dijo Pedro. “Nosotros no podemos ir, pero Dios puso en nuestro camino una persona con la voluntad y oportunidad de ser nuestra voz en El Vaticano”, agregó su esposa María.

En manos de Dios

Debbie Gonzales, directora asociada de liderazgo y misión en Santa Ana, recolectó la intención de los esposos Salazar junto a decenas más de su parroquia y las llevó atadas con un listón rojo en su viaje a Roma del 1 al 8 de octubre.

Gonzales, hizo parte de un grupo de 100 líderes pastorales del país que participaron en el Jubileo de los Migrantes del Vaticano organizado por el Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM, en inglés). 

Las tarjetas estuvieron en lugares sagrados, se repartieron en cajas de intercesión en la Ciudad Eterna y se quedaron con las Hermanas Clarisas en Asís.

“Esta experiencia me ha tocado profundamente”, dijo Gonzales. “Al cruzar las Puertas Santas llevando las intenciones de tantos migrantes, sentí el peso y la belleza de su fe. Ver cómo la Iglesia universal se reúne para celebrar su dignidad y su aporte, me renueva en mi vocación de servir”, agregó. 

La delegación de NCCHM al Jubileo incluyó clérigos, religiosas y líderes laicos que sirven a las poblaciones hispanas en todo Estados Unidos.

Junto a las intenciones, Gonzales llevó una foto de los esposos Salazar. El matrimonio tiene tres hijos adultos y diez nietos que han crecido sostenidos por la fe de los abuelos cuyas raíces están fincadas en México. 

“El hecho de que nuestra foto se haya visto en El Vaticano nos da fuerza para seguir adelante. Estamos en las manos de Dios y confiamos en que escuchará nuestra petición”, dijo Salazar.

Peregrinos de esperanza 

Durante la peregrinación, el clero presidió liturgias y compartió reflexiones sobre la atención pastoral a los migrantes. Monseñor Lucio A. Ruiz, secretario del dicasterio para la comunicación y Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, brindaron aliento a los peregrinos en su camino. 

“Las historias personales de migración compartidas por muchos, incluidos los propios migrantes, nos recordaron el rostro humano detrás de estas luchas”, dijo Peter Ductrám, director senior de ministerios de la Diócesis de Dallas, quien participó en el peregrinaje junto a Esther García, directora asociada de la oficina de culto diocesana.

“Esta peregrinación puso de relieve una hermosa verdad: a medida que la Iglesia en Estados Unidos se vuelve más diversa en cultura e idioma, también se fortalece en vitalidad y liderazgo”, agregó. 

El Papa León XIV sorprendió a la delegación con una audiencia privada en el patio del Palacio Apostólico el 7 de octubre.

El santo padre agradeció en español a los peregrinos por su ministerio a las comunidades migrantes. 

“Tenéis en vuestras manos una tarea muy grande”, dijo el Papa al grupo. “Consiste en acompañar a las personas que verdadera y profundamente necesitan una señal de que Dios nunca abandona a nadie: ni al más pequeño, ni al más pobre, ni al extranjero, ni a nadie”.

Ductrám describió el momento como “emotivo” y dijo que el Papa aseguró a la delegación que rezaba por ellos. “Sus palabras de aliento —en las que nos instaba a no desesperar y nos recordaba nuestra vocación de apoyar a los que sufren y a los marginados— resonaron profundamente”, aseguró Dúctram. 

“El mensaje del Papa Leo XIV me marcó”, agregó por su parte Gonzales. “Ser misioneros que permanecen, que no se van cuando la vida se complica, sino que se quedan y acompañan. Regresé con el corazón agradecido y con el deseo de seguir siendo puente entre las comunidades y la Iglesia que las acoge”. 

Pie de foto: Debbie Gonzales, directora asociada de liderazgo y misión en la Iglesia de Santa Ana, posa el 26 de octubre con la fotografía de su encuentro con el Papa León XIV. La comunidad hispana de la parroquia, enmarcó y obsequió la foto a Gonzales en agradecimiento por llevar sus peticiones a Roma.

Al respecto señaló que en la Iglesia de Santa Ana ya se realizan sesiones que ofrecen momentos de reflexión, formación para padres y espacios de información esencial para la comunidad migrante. 

“Mi deseo más profundo es que nuestra comunidad sepa que es vista, amada y acompañada —que su presencia entre nosotros importa”, comentó Gonzales. “Después del Jubileo, seguiré fortaleciendo estos espacios de encuentro y de escucha. Lo vivido en Roma me confirma la importancia de crear una cultura parroquial donde todos se sientan en casa”, concluyó.

Con información de Amy White de Texas Catholic.

Pie de foto: Miembros de la delegación del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM), posan el 7 de octubre de 2025, en el patio del Palacio Apostólico del Vaticano. Foto: Cortesía NCCHM

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