Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
FARMERS BRABCH — Fernández Jiménez es catequista en las clases de confirmación de la parroquia de San José en Richardson y motivado por ver más participación juvenil en la Iglesia, fue a la sesión catequética del sínodo diocesano, celebrada el 15 de febrero en la parroquia de María Inmaculada en Farmers Branch.
“Vine para enterarme cómo funciona y qué vamos a hacer, porque hemos visto que hay necesidad en las iglesias”, dijo. “Los jóvenes se están alejando de la Iglesia, sobre todo después de su Confirmación. Me gustaría que eso mejorara”, compartió.
Alrededor de unas 300 personas acudieron a la última sesión catequética de la fase preparatoria del Sínodo 2024. Actualmente se avanza en la sesiones de escucha para conocer las inquietudes de todos los participantes desde ahora y hasta el 2023.
En 2024 se desarrollara la etapa de discernimiento y por último se alcanzara la etapa de decreto e implementación hasta el 2031, cuando se celebren 500 años de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de la Diócesis de Dallas.
LLEGÓ EL MOMENTO
“El hecho nada más de haber elegido el término del sínodo en el aniversario de los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, definitivamente y naturalmente es una alegría para todos nosotros guadalupanos”, afirmó Roberto de Francisco, 88, feligrés de la parroquia de Santa Ana, en Coppell.
Para Salvador Rostro, 42, ha llegado el momento de que la Iglesia se renueve, como pasó con el Segundo Concilio Vaticano. “Los tiempos han cambiado, hay que escuchar y saber cómo mejorar”.
“Este sínodo es un movimiento del Espíritu Santo para que todos participemos, sacerdotes, laicos, todos”, dijo por su parte el padre Jason Cargo, párroco de la Iglesia de San José en Richardson.
Caminar juntos en este proceso, para conocer las inquietudes y necesidades de cada uno, será esencial durante este sínodo, aseguró el padre Cargo.
“Cada cultura tiene una manera un poco diferente de expresar su fe y por eso este es un momento y una oportunidad para que la diócesis pueda entender bien esas maneras y expresiones de fe y podamos celebrar juntos esos aspectos de la fe”.
Peter Ductrám, director senior de ministerios de la Diócesis de Dallas, estuvo a cargo de la catequesis en español, que incluyó unas 70 personas y se pronunció entusiasmado de ver cada vez más presencia hispana.
“Están muy animados y conectados con la acción”, dijo. “Las conversaciones son muy sinceras, muy positivas; eso habla de la madurez de la comunidad para hablar de lo que significa mejorar y reflejar nuestra realidad, especialmente con los jóvenes”, aseguro.
“Va a ser un momento de transformación”, dijo Ductrám sobre el sínodo y la importancia de no quedarse fuera. “Necesitamos a todos…sobre todo la personas que sientan que no se les escucha, que vengan y puedan articular sus necesidades”, dijo agregando que las sesiones serán en diferentes puntos de la Diócesis y contarán con la presencia del obispo Edward J. Burns.
“Veo el futuro lleno de esperanza”, dijo a su turno el obispo Burns, quien comenzó la sesión catequética rezando el santo rosario en inglés, español y francés, y dijo que reconociendo la universalidad de las culturas y diferentes movimientos en la Iglesia, podremos caminar juntos hacia Dios y vivir el mensaje del Evangelio.
“Reconocer las diferentes culturas es simplemente poderoso”, dijo haciendo un llamado también a aquellos que se han alejado de la Iglesia, para “aliviar las heridas, ser atentos con ellos, y estar presentes para serviles”, como discípulos queremos traerlos de regreso a Jesucristo y a su Iglesia, dijo.