Por P. Ignacio Olvera
Especial para Revista Católica Dallas
¿Qué planes tienen para el verano? La pregunta es quizá una de las más frecuentes por esta época y muy seguramente las respuestas serán innumerables.
Algunos de nosotros nos iremos de vacaciones a lugares que nos gustan o exploraremos nuevas aventuras.
El verano es un tiempo perfecto para desconectarnos de todo lo rutinario, flexibilizar un poco los horarios y probar actividades que en la época habitual del año, tienen poca o nula cabida en nuestra agenda.
Pero mientras hacemos planes de descanso es importante no dejar afuera algunas prácticas que nos ayudarán a crecer en nuestra espiritualidad.
Recuerdo que cuando estaba en el seminario y llegaba esta época, siempre nos recomendaban no tomar vacaciones de nuestras vocaciones.
Mi invitación hoy para ustedes, es la misma: no tomar vacaciones de los hábitos que los ayudan a estar más cerca de Dios; al contrario, encontrar nuevas formas de incorporar hábitos espirituales sanos que nos ayuden a creer en nuestra amistad con Él.
Esto significa que aunque estemos de vacaciones estamos llamados a mantener una vida de oración, pues ella es el alimento del alma.
A continuación comparto cinco consejos que les ayudarán a seguir creciendo espiritualmente en este tiempo de recarga.
Elija una devoción
Las devociones cristianas son prácticas religiosas que ayudan a profundizar en la fe y a vivir mejor su seguimiento de Jesús.
Les recomiendo que recen diariamente y en familia una devoción como el santo rosario o la Coronilla de la Divina Misericordia. Las devociones son muy prácticas para compartir entre adultos y niños y permiten que juntos crezcamos en la fe.
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