La Peregrinación Eucarística Nacional dejó una huella profunda a su paso por la Diócesis de Dallas.
Texto: Violeta Rocha / Fotos: Tacho Dimas y Michael Gresham
DALLAS — Como el rey de reyes fue recibido Jesús Eucaristía en la Diócesis de Dallas del 3 al 5 de junio pasados, cuando la Peregrinación Eucarística Nacional se detuvo en diversas parroquias, extendiendo un mensaje de unión y esperanza.
Peregrinos participaron en jornadas de adoración y convivencia en las iglesias de Santa María en Sherman, Inmaculada Concepción en Corsicana, San Basil El Gran Bizantino en Irving, Nuestra Señora del Pilar, San Judas y la Catedral Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe en Dallas.
Acompañando al Santísimo en este recorrido por 10 estados del país estuvo presente un grupo de jóvenes adultos conocidos como los ‘Peregrinos Perpetuos’.
Jhonathan Hernández, oriundo de Florida y residente de Indiana, declaró que quiso viajar con Jesús Eucaristía porque vivió tiempos difíciles, su familia sufrió pero el amor de Dios lo sanó.
“Quiero que la gente conozca a Dios”, dijo Hernández. “Quiero que se lleven la certeza de que Dios no nos abandonó y está con nosotros y hay esperanza”, agregó.
La Peregrinación arrancó el 18 de mayo en Indianápolis, llevando el Santísimo en un recorrido de 3,300 millas conocido como la Ruta Drexel en honor a Santa Catarina Drexel (1858-1955).
UN MILAGRO HERMOSO
Un grupo de la Diócesis de Dallas se desplazó a Oklahoma City el 3 de junio para participar en una misa celebrada en el Santuario del Beato Stanley Rother. De allí viajaron a Sherman.
El reverendo Martín Castañeda, párroco de la Iglesia de Santa María hizo parte del grupo. “Este es mi octavo aniversario como sacerdote y es maravilloso recibir este regalo”, compartió.
En Sherman, los peregrinos caminaron en procesión desde el centro del municipio hasta la parroquia donde se celebró misa, un evento de confraternidad y adoración vespertina.
“¡Qué hermoso es ver la fe y la devoción de la gente a la Eucaristía, a Cristo, a Jesús, y su deseo de profesar su fe!, agregó el padre Castañeda.
La mañana del 4 de junio la peregrinación pasó por la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Corsicana.
“Es algo que nunca imaginé que vería”, dijo el doctor Joe McNally, feligrés desde 1963. “Que Jesús viniera a esta humilde y pequeña parroquia rural. Es un verdadero milagro para nosotros”.
Al caer la tarde unos 500 peregrinos se reunieron al sur de Dallas en el parque Western, desde donde caminaron una milla rumbo a la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar.
“Llegó el rey” se escuchó con júbilo cuando arribó la camioneta que transportaba la custodia de Jesús Eucaristía.
“Que tu presencia en la Eucaristía traiga sanación, esperanza y paz a todos”, dijo el padre Roshan Fernandes, párroco de Nuestra Señora del Pilar. “Que seamos transformados por tu presencia, que nuestros corazones sean purificados, nuestras mentes sean renovadas y nuestro espíritu revitalizado. Que salgamos en esta procesión con un compromiso más profundo de seguirte y servir a los demás”.
Noelia Medellín y Alberto Flores, junto a sus cuatro hijos, dieron de su tiempo como voluntarios para ayudar a la parroquia.
“Ahora es el momento para que como Iglesia pidamos unidos por los inmigrantes y tengamos fe”, dijo Medellín, originaria de San Luis Potosí. “Esta es tu Iglesia, protégenos, bendice a cada inmigrante, porque cada persona lleva una historia al ir caminando, pero vamos todos unidos”, agregó.
“La Eucaristía es el centro de nuestra fe”, dijo Simón González, miembro del ministerio de la Divina Misericordia. “Necesitamos pedir que vengan, que adoren y aclamen a Jesús Eucaristía”.
A la mañana siguiente, la peregrinación fue desde la Iglesia de San Judas hasta la Catedral Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, en el centro de Dallas.
Elida Adrián, originaria de México y feligresa de la Catedral, asistió con sus cuatro hijos de entre 5 y 15 años.
“Como madre tengo el compromiso de enseñarles mi fe. Espero que lo único que pueda dejarles sea el amor por ella”, comentó.
La Catedral ofreció adoración y una misa. “Es una oportunidad increíble de ver como públicamente manifestamos nuestra fe y nuestro amor por Jesús”, dijo el rector, padre Jesús Belmontes.
Después de viajar a las diócesis de Dallas, Fort Worth, San Angelo y El Paso, la Peregrinación Eucarística Nacional partió de Texas el 11 de junio hacia Nuevo México, continuando su viaje hacia el oeste para llegar a la Arquidiócesis de Los Ángeles el 20 de junio. A su paso, los peregrinos dejan un rastro de gracia, fe renovada y un mensaje de esperanza.
La Peregrinación Eucarística está programada para concluir en Los Ángeles California, el 22 de junio, fiesta de Corpus Christi.
Con información de Texas Catholic.







