Decenas de miles de católicos en la diócesis, desplegaron su devoción al cumplirse 491 años de las apariciones en México.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Web
DALLAS — Los rostros de esperanza y profunda devoción fueron una constante en los festejos en honor a Nuestra Señora de Guadalupe en la Diócesis de Dallas la noche del 11 de diciembre, preámbulo de la fiesta celebrada por la Iglesia Católica cada 12 de diciembre.
La feligresía católica conmemoró masivamente el aniversario 491 de las apariciones de la ‘Morenita del Tepeyac’ al indígena Juan Diego en México.
Luego de dos años marcados por las restricciones impuestas por la pandemia del Covid19, multitud de católicos participaron en las parroquias diocesanas de diversos eventos guadalupanos, donde el despliegue de danzas tradicionales de matachines y las bandas de música mariachi destacaron.
Peregrinación guadalupana
Alrededor de las 4 p.m. del domingo 11, más de 2,000 peregrinos caminaron desde la zona de Bishop Arts en el oeste de Dallas, hasta la Iglesia de Santa Cecilia en Oak Cliff, en lo que para muchos revivió una antigua tradición coordinada hasta 2017 por las Misioneras Catequistas de los Pobres y la Pastoral Juvenil Hispana y conocida entonces como la Peregrinación Mariana.
Esta vez los peregrinos guadalupanos partieron desde el mural que tiene una imagen de la Virgen Morena y fue pintado en el Bishop Arts District y bendecido el verano pasado por el vicario de esa parroquia, el padre Ignacio Olvera.
“Nuestra madre nos ama y nos protege”, dijo el sacerdote al dar inicio a la caminata que se extendió por poco menos de una milla.
“Con esta peregrinación hacemos esa ilustración de muchísimos mexicanos que caminan cientos de kilómetros para ir a ver a nuestra madre de Guadalupe (a su santuario en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México)”, agregó.
Magdalena Fuerte, feligresa de la parroquia de Santa Clara fue a la procesión junto con su hija y tres nietos. Los niños estaban vestidos de San Juan Diego. Fuerte explicó que la vestimenta es una promesa que hizo a la Virgen por su bienestar y salud.
“Es una manda que yo le debo a la Virgen. Ahora nos tocó estar aquí y vestimos a mis nietos también”, comentó.
Al llegar a Santa Cecilia, el párroco Cruz Calderón dirigió la entrada de la Danza Guadalupana ofreciendo también su baile a la Virgen de Guadalupe.
El padre Olvera llamó a la procesión “el milagro de Guadalupe”, por la multitudinaria asistencia. “Esto solo lo puede hacer la Morenita”, dijo entusiasmado.
A la medianoche en la Catedral de Dallas, el obispo auxiliar Greg Kelly, ofició la Misa y agradeció a los presentes por su fe.
“Que lleven en su corazón el corazón de Cristo como un tabernáculo, como un templo que lleve a todos en el mundo para amar a Dios y para amar al prójimo, a todo aquel que salga a su encuentro cada día para proclamar el Evangelio de amor, de misericordia”, dijo.
El padre Jesús Belmontes, rector de la Catedral, estuvo a cargo de la homilía e invitó a reflexionar en el verdadero propósito de la fiesta a la Virgen de Guadalupe: entregar el corazón a María para que lo lleve ante Dios.
“Ella es la verdadera madre del amor, de la esperanza, la portadora de la paz y eso es lo que necesitamos que esté siempre en nuestro corazón para que vivamos en un mundo mejor y seamos mejor como Iglesia que seguimos construyendo y no destruyendo”, dijo el sacerdote de origen mexicano.
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