Ileana y Estela Valdez usan talento y tecnología para crear un mundo mejor, teniendo su fe como guía.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS—Aunque hoy vive a 2,000 millas de distancia de Dallas, cada día Ileana Valdez, tiene muy presente el ejemplo que le dio su madre Estela, y las lecciones de vida que ella le heredó.
Entre madre e hija, la tecnología y el talento en el campo de la ingeniería ha sido una pasión que las continúa acercando incluso ahora que Ileana reside en Seattle, donde trabaja para una compañía de productividad cibernética.
No hay día que pase sin que las Valdez compartan un mensaje de texto o una video llamada. La tecnología ha sido siempre un aliado y un interés especial que las ha llevado lejos.
La joven de 22 años, es ex alumna de la primaria católica de Santa Cecilia e ingeniera en computación, graduada en la Universidad de Yale.
Su mamá es licenciada en matemáticas y computación y ostenta un certificado en entrenamiento en ciencias del Instituto de Maestros Perot STEM en Dallas.
Valdez ha enseñado HALO por más de 20 años y actualmente es la subdirectora de la primaria católica de Santa Cecilia; en 2021 fue galardonada por la Diócesis de Dallas como educadora Halo.
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