Por Violeta Rocha
Especial Revista Católica Dallas
DALLAS— Levantarse más temprano y dejar obligaciones de lado para “comenzar bien este tiempo de Cuaresma”, fue importante para Andrea Torres, quien al punto de las 8 a.m. participó de la primera misa del Miércoles de Ceniza, el pasado 5 de marzo en su parroquia, la Iglesia de San Eduardo en Dallas.
Torres, originaria de Nicaragua, resaltó que “reflexionar en nuestras vidas” con ayuno y oración en los siguientes 40 días “nos prepara para la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesús, para que viva en nuestros corazones y reine en nuestros hogares”. Torres recibió la ceniza acompañada de su esposo y su bebé de 6 meses de edad.
En esta Cuaresma es importante meditar en las prácticas cuaresmales que la Iglesia invita a hacer: ayuno, oración y caridad, no solo reflexionando en “¿qué vamos a hacer?, sino en ¿por qué lo vamos a hacer?”, dijo el padre Antonio Liberman, vicario de la Iglesia de San Eduardo.
Buscar una conexión con Dios de forma individual, “pidiendo a Dios fuerza para seguir las prácticas cuaresmales”, pensando “¿en qué me va a ayudar?” y “¿cuál va a ser el fruto de estas prácticas?”, agregó el padre Liberman apuntando que el “abandonarse a los planes de Dios” a través de la oración, esforzándonos en ser organizado, levantandonos más temprano, sacrificandonos por el prójimo, escuchando y dándose al otro o dar aquello que sabemos nos va a hacer falta, los importante es, enfatizó, entregar “tu mejor voluntad para dejarte llevar por el Señor”.
“Me llama la misericordia del Señor”, dijo Marío Jaimes, catequista y ministro de hospitalidad. Jaimes agregó que comenzar la Cuaresma recibiendo ceniza, le ayuda a meditar en los 40 días que Jesús pasó en el desierto “por nosotros”, y “poner a Dios primero”.
Si bien la imposición de ceniza, no es un sacramento, sino un sacramental de la iglesia, a sus 67 años de edad, Martha Cuevas, señala que comenzar la Cuaresma observando el Miércoles de Ceniza, como señal de penitencia, es reflexionar en las palabras que se escuchan al recibir la ceniza: “arrepiéntete y cree en el Evangelio” y “polvo eres y en polvo te convertirás”, pues es una invitación a “vivir con más seriedad mi recogimiento y mi arrepentimiento”.
En la parroquia de la Inmaculada Concepción en Corsicana, la feligresía llevó las palmas secas que fueron bendecidas el Domingo de Ramos de 2024, para luego ser quemadas y usarse en este pasado Miércoles de Ceniza.
“Este año lo anunciamos con varias semanas de anticipación y la feligresía respondió muy bien”, dijo Bernardina Perez, asistente pastoral y directora de negocios en esta parroquia.
Pérez agregó que un voluntario ayudó a quemar las palmas secas en un fogón localizado en un terreno abierto.
Como parroquiana, dijo Bernardina “es hermoso ver esa palma seca, convertida en ceniza sabiendo que la victoria no la ha tenido la muerte, sino que ha sido vencida por Nuestro Señor Jesucristo”, dijo.
La familia González entregó con anticipación sus palmas secas, haciendo parte de la misa de Miércoles de Ceniza de las 6 a.m. del 5 de marzo. “Llevamos la ceniza en la frente, porque reconocernos pecadores, pero también reconociendo que Jesús es nuestro Salvador”, señaló Gerardo González quien llegó a su parroquia de más de dos décadas, junto a su esposa y seis de sus ocho hijos.
Llevar ceniza en la frente, con la señal de la cruz, hace pensar a González, 52, en esa palma fresca del Domingo de Ramos “donde recordamos la entrada triunfal de Jesucristo y llevar ahora la ceniza en la frente es ese triunfo que tuvo Jesucristo sobre mi debilidad, mi desierto y mis pecados”, dijo.
“Es reconocer que Jesucristo me ha sacado de una vida desordenada para traerme a vivir cerca de Él. Y no es que no peque, pero ahora tengo la plena conciencia de que puedo mantenerme lejos del pecado”, agregó.
Pie de foto imagen principal: Una mujer y su hija posan después de recibir la ceniza el Miércoles de Ceniza, 5 de marzo en la Iglesia de San Eduardo en Dallas. Foto: Especial para RC/Violeta Rocha
