Católicos hispanos recuerdan con gratitud la calidez, humildad e impulso que el obispo Greg Kelly dio a su comunidad.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
MCKINNEY—A sus 86 años, la memoria de Jesse Flesher a veces falla, sin embargo, una de las cosas que más recuerda del obispo Greg Kelly, es cuando siendo un joven sacerdote, se transportaba en bicicleta por McKinney, donde hace treinta años, la misa se celebraba en auditorios pertenecientes a escuelas públicas.
De raíces mexicanas, Flesher llegó de California a McKinney en 1993 y pronto se registró en la Iglesia de San Miguel Arcángel, a pocas millas de la que un par de años más tarde se convertiría en la Iglesia de San Gabriel Arcángel, cuya fundación en 1996 contó con el impulso del obispo Kelly.
“Cuando fue promovido a vicario de la Diócesis de Dallas, el obispo Kelly regresaba frecuentemente para celebrar misas grandes”, recordó Flesher. “Pero también porque la gente lo conocía y si tenían una boda o bautismo y preguntaban por el obispo Kelly, el estaba ahí”, comentó.
Ordenado obispo auxiliar de la Diócesis de Dallas en 2016, el obispo Greg Kelly fue nombrado en diciembre de 2024 como el quinto obispo de la Diócesis de Tyler. Su instalación estaba programada para el 24 de febrero en la Catedral de la inmaculada Concepción.
Su antigua feligresía en la Iglesia de San Gabriel celebra con júbilo la ocasión. El evento trajo a la memoria de Flesher la dedicación que en 2019 el obispo Kelly celebró del nuevo templo en McKinney, así como los múltiples festivales parroquiales en los que “junto a Los Caballeros de Colón, el obispo Kelly estaba en la parrilla, volteando la carne para las hamburguesas”.
La calidez del obispo Kelly durante sus años como sacerdote en San Gabriel fue lo que hizo a Edith Pereira y su familia sentirse acogidos cuando en 2001 establecieron residencia en McKinney provenientes del Perú.
“El recordaba los nombres de todos y al ver el crecimiento de la comunidad hispana, empezó poco a poco a aprender español”, recordó Pereira. “El carisma, luz y humildad del padre Kelly atraía a las personas, viendo en el un verdadero servidor de Dios”.

El obispo Greg Kelly (centro) y el ex jefe de policía de Dallas, Eddie García (Izq), conversan con vecinos de la parroquia de San Pío X, en noviembre de 2023, en el marco de la Caminata Comunitaria coordinada por Dallas Area Interfaith. RC/Michael Gresham
Por haber sembrado tanto cariño y servir de manera humilde y entregada a la comunidad en McKinney, Pereira dijo que no se sorprendió al ver asistencia masiva en las cuatro misas que el obispo Kelly celebró el pasado 2 de febrero como parte de su despedida en la Diócesis de Dallas.
“Todos vimos en el un buen pastor”, dijo Pereira que también incluyó a la comunidad hispana que asiste a la parroquia vecina de San Miguel Arcángel y la cuasi-parroquia de La Sagrada Familia de Val Alstyne.
LA SENCILLEZ DE UN APÓSTOL
En sus 40 años de servicio a la Diócesis de Dallas, el obispo Greg Kelly ha sido reconocido como un ‘apóstol’ de los más vulnerables entre la comunidad católica hispana, siendo una de sus participaciones más visibles, su colaboración con Dallas Area Interfaith (DAI), en caminatas, charlas y esfuerzos enfocados a la solidaridad con la comunidad de origen inmigrante.
Gloria Lam, feligresa de la Iglesia de San Pío X en Dallas y líder DAI desde hace tres años, resaltó el impulso que el obispo Kelly brindó a Dallas Area Interfaith representando a la Iglesia Católica.“El obispo Kelly se mortificaba por las necesidades de la comunidad y quería ayudar de cualquier modo”, recordó Lam. “Nunca nos abandonó y siempre quería estar con la comunidad, conocerla y platicar con ella”, agregó.
Para Lam la Caminata Comunitaria organizada por DAI y que lideró el obispo Greg Kelly, junto al entonces jefe de policía de Dallas, Eddy Garcia, en noviembre de 2023 fue de “gran valor espiritual” para los vecinos y residentes de la zona aledaña a la Iglesia de San Pío X.
“Me impactó ver al obispo tan dispuesto a caminar todo el vecindario y tocar en la puerta de todos los vecinos para conocerlos y hablar con ellos. Al final de la jornada prefirió irse a pie y no aceptó subirse al coche”, recordó. “El siempre quiso estar con la comunidad, siempre nos escuchaba y se entregaba a la gente”, agregó.
El pasado 30 de enero el obispo Kelly fue honrado con una placa conmemorativa entregada por DAI en el marco de la reunión de líderes ‘Un grito de justicia y una llamada a la acción’.

Pie de Foto: El obispo Greg Kelly recibe una placa conmemorativa en la reunión ‘Un grito de justicia y una llamada a la acción’, celebrada el pasado 30 de enero, como parte de los esfuerzos comunitarios liderados por Dallas Area Interfaith.
“Gracias por enseñarnos y guiarnos en nuestra misión de ser sacerdote, profeta y pastor”, dice la inscripción.
“Son muy afortunados en la Diócesis de Tyler de recibir como obispo a un ser humano increíble que está al servicio de Dios y también de la comunidad”, dijo Lam.
Así mismo y describiéndolo como un pastor que “habla y actúa” el fraile capuchino Luis Ángel Arraiza, describió al obispo Kelly, con quien ha compartido de cerca en las iniciativas comunitarias impulsadas por DAI en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Dallas.
“Su accesibilidad, amabilidad y estilo de vida sencillo, reflejan lo que debe ser un verdadero pastor”, dijo Fray Arraiza y lo describió como un “verdadero pastor: comprometido con el “‘pueblo santo de Dios’ recordando las palabras del Papa Francisco. “Creo que es un obispo para todas las personas, independientemente de su etnia, estatus social, situación legal y medios económicos. Creo que será capaz de unir a la Diócesis de Tyler en torno al mensaje del Evangelio”, concluyó.

Pie de Foto: El obispo Greg Kelly posa con un grupo de monaguillos el 2 de febrero en la Iglesia de San Gabriel Arcángel en McKinney. RC/Michael Gresham
Con información de Texas Catholic.
Pie de Foto imagen principal: El obispo Greg Kelly saluda a la comunidad, durante su instalación como quinto obispo de la Diócesis de Tyler, el 24 de febrero pasado. RC/Michael Gresham