En la víspera de la fiesta de la Asunción, familias se unieron en oración para recordar el tránsito de la Virgen.
Por: Violeta Rocha/Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS—Cuando Francis Aguado, coordinadora del Cenáculo de la Divina Misericordia en la Catedral Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, vio realizarse por primera vez la Dormición de la Virgen María en la víspera de la fiesta de la Asunción de María, sintió de inmediato que regresaba a su infancia.
Sucedió hace un par de años en la Iglesia de San Juan Diego en Dallas y esa experiencia hizo que Aguado, de 56 años, recordara cuando su abuelita María preparaba el altar, acostando a la Virgen María rodeada de flores y frutas, en su natal San Miguel de Allende, Guanajuato, México.
Por eso el pasado 14 de agosto, Aguado no podía faltar al rosario de Dormición de Nuestra Santísima Virgen María organizado en la Catedral de Dallas.
AYER, HOY, SIEMPRE
Aunque la Iglesia celebra la Solemnidad de la Asunción de la Virgen el 15 de agosto, recuerda el Tránsito o la Dormición en la víspera y es tradición en esta fecha colocar un altar para honrar a la Virgen en este trance en espera de su gloriosa Asunción.
La tradición consiste en acostar la imagen de la Virgen sobre una mesa y rodearla de manzanas y rosas. Los altares pueden variar de acuerdo a las costumbres de cada lugar y se convierte en un ritual lleno de devoción en los lugares donde se tiene como fiesta patronal la solemnidad de la Asunción de María.
El padre Jesús Belmontes, rector de la Catedral y nacido en Michoacán, México, creció con esa tradición en su natal México y tanto en sus años en San Juan Diego, como ahora desde la Catedral de Dallas, ha organizado la celebración en la víspera de la Fiesta de la Asunción.
“Para muchos de nosotros es como haber puesto todos los recuerdos en un baúl y lo cerramos, pero el padre Jesús viene a abrirnos el baúl y volvemos a sacar y recordar todas estas tradiciones bonitas no solo de nuestra cultura, sino de nuestra Iglesia”, comentó Aguado.
“Yo tenía seis años cuando veía a mi abuela colocar el altar. Son tradiciones de generaciones que nos dejan como herencia”, agregó.
Una de las tías que Francis recuerda, es Teresa Aguado que con gran lucidez y fe, relató vía telefónica a Revista Católica Dallas que su mamá recibió desde muy joven una imagen de la Virgen Dormida.
La imagen mide 30 centímetros y durante tres días reúne a familias y vecinos, explicó Teresa.
“La tenemos acostada y le ponemos su altar cubierto de fruta, ponemos plátano, manzana, guayaba, durazno, membrillo, ciruela toda la fruta que sea olorosa”, detalló. El día 15 de agosto, al terminar los rosarios, se reparten frutas en símbolo de abundancia y bendiciones, explicó. “Es como dar las gracias por habernos acompañado”, dijo.
Teresa, madre de tres hijos y siete nietos se declaró feliz y esperanzada en que gracias a la Iglesia en Dallas, la tradición perdure.
En la celebración de la Dormición en la Catedral de Dallas, el padre Belmontes explicó que el altar decorado con manzanas y flores, simbolizó el hecho de que María nunca pecó sino que “vino a restaurar lo que Eva dañó”. “El fruto de María es el fruto de su hijo Jesús, de sus entrañas”, dijo el sacerdote mexicano.
Al término del rosario, el padre Belmontes bendijo las manzanas que varias personas pusieron en el altar y dijo que al ser repartidas serán un símbolo de fuerza para que con la fe puesta en María, alcancemos también las gracias de Dios en el cielo.
Pie de Foto: La imagen de la Virgen adornada con flores y manzanas a su alrededor, en el rezo del rosario de la Dormición de María, realizado el 14 de agosto en la Catedral Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, en Dallas. Foto: Especial para RC/Violeta Rocha
