
El grupo Renovación Juvenil Catedral forja ‘apóstoles’ entre los jóvenes adultos de nuestro tiempo.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS— A solo un mes de haberse integrado al Grupo Renovación Juvenil de la Catedral Santuario de Guadalupe, Daniel Bautista asegura que la experiencia le ha “cambiado mucho la vida”.
“Me siento más animado para hacer las cosas”, dijo el joven de 19 años, que ha servido como monaguillo en Catedral desde que tenía 8. “Ver cómo todos estamos motivados y unidos es sentir que Dios nos puso juntos por una razón”, agregó.
Renovación Juvenil Catedral nació hace nueve meses como una iniciativa de recuperar lo que la pandemia disolvió, es decir, el antiguo grupo que tenía la Catedral para jóvenes adultos, explicó Mariemnys Rico, actual coordinadora.
El grupo inició con cinco miembros y en la actualidad tiene 30.
Aunque todas las actividades que comparten le llenan de motivación, Daniel Bautista afirmó que el rezo del rosario cada miércoles es su favorita.
POR UN FUTURO MEJOR
En su natal Venezuela, Rico fue parte de la coordinación de diferentes apostolados. Su labor en Renovación Juvenil de Catedral está apoyada por dos coordinadores más y una mesa directiva.
“Se trata de fomentar esa cercanía con Dios para poder formar familias evangelizadoras y poder dar un giro a todo lo que vemos mal en la sociedad”, explicó.
“Si nos dedicamos a formar niños y jóvenes, vamos a tener un futuro lleno de valores donde no quieran normalizar malos hábitos que solo causan vacíos y familias rotas”, agregó.
Entre las actividades que el grupo promueve están la convivencia en charlas semanales, la participación en la Misa dominical, el repaso de las lecturas de la Biblia, el rezo constante del rosario, la adoración al Santísimo y encuentros deportivos.
Por mucho tiempo Miguel Ángel Vázquez sintió un vacío interior pero se negaba a reconocer su necesidad de estar más cerca de Dios, narró el joven de 34 años que hace parte de la coordinación de Renovación Juvenil Catedral.
“A pesar de estar rodeado de amistades al final del día te sientes solo. Te das cuenta que ese hueco solo puedes llenarlo con la Palabra del Señor”, dijo Vázquez que aceptó la invitación de su novia Helen Gaytan de integrarse a un grupo juvenil y tiempo más tarde fue uno de los gestores. La pareja de novios comparte hoy la coordinación del grupo junto a Rico.
Miguel Victoria se preguntaba ¿quién verdaderamente es Dios y qué tiene Él para nosotros? y ¿cómo debo rezar?
Las preguntas lo acercaron a Renovación Juvenil Catedral. Hoy el joven de 23 años funge como tesorero de la mesa directiva.
“He recibido ayuda para saber cómo manejar mis emociones apoyándome en la oración y la Biblia”, aseguró. El tesorero tiene ahora la misión de “atraer a otros jóvenes que quizá estén perdidos o no sepan tanto de la fe católica para empoderar sus pensamientos y fomentar su conexión con Dios”.
A Jessica González haber visto como el grupo ha crecido en cuestión de meses le emociona “porque en la sociedad que vivimos no siempre se ven muchos jóvenes involucrados en su vida de fe”.
Nacida en la Ciudad de México y residente en Dallas desde que tenía siete años, González asegura disfrutar la posibilidad de integrar su cultura a la fe y siente que pertenecer a Renovación Juvenil Catedral la ha ayudado a “ser una buena persona, buena amiga y mejor compañera”.
Los jóvenes disfrutan compartiendo espacios en los que la amistad entre ellos y con Dios crece y se alimenta. En la reciente Hora Santa que celebraron, el espíritu de fraternidad los llenó de entusiasmo y motivación para continuar extendiendo su labor a más jóvenes adultos.
“Es una felicidad que como jóvenes nos acerquemos al Santísimo en la Hora Santa donde se siente la sanación, la tranquilidad de sacar todo el mal que sentimos y nos ayuda a sentir el amor de Nuestro Señor y sentir que no estamos solos”, recalcó Vázquez.
Al reflexionar sobre esta oportunidad que viven, González resumió el sentir de los miembros del grupo: “después de vivir nuestras actividades, no hay nada del mundo que nos aleje de Dios, al contrario, nos acerca más y por siempre a Él”.