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Lena Carrera: una voz de aliento al final de la vida 

Por Constanza Morales
Revista Católica Dallas

Su llegada a servir como capellán del Hospital Parkland en Dallas, es algo que sucedió para Marilena Carrera por “intervención divina”. Después de cuidar de su padre enfermo y de orar para poder servir a Dios de manera más intencional, se sintió lista
para poner su experiencia personal al servicio de otros y brindarles apoyo emocional y espiritual en el viaje final de la vida.
Entonces se convirtió en doula del final de la vida y comenzó una búsqueda para educar y empoderar a las personas sobre el carácter sagrado de la muerte.
Madre de tres hijos adultos y abuela de tres nietos, Carrera nació en una familia mexicoamericana en el pueblo de Mercedes, localizado en la frontera de Texas con México, en el Valle del Río Grande.
Aunque en la escuela optó por estudiar francés, pues su madre era maestra de español, poder hablar el idioma de 9 de cada 10 pacientes que atiende en Parkland, es hoy “una bendición”.
“Contar con alguien que sea católico y hable nuestro idioma es reconfortante en un momento de miedo, dolor y sufrimiento”, comentó.
Hace un año Carrera se integró al grupo de más de 20 capellanes que tiene Parkland, entre ellos los sacerdotes diocesanos Alfred Asunción y Rubén Ortiz.
Entre los cerca de 400 pacientes católicos que el hospital tiene, Carrera y los sacerdotes ven un promedio diario de 50.
“Este no es un rol con el que sueñas o para el que levantas la mano”, comentó.“Es un rol que Dios ha elegido para que desempeñes”, agregó.
En junio pasado Carrera recibió un reconocimiento por su labor por parte del departamento de Atención Espiritual de Parkland, que le otorgó el premio Leading with Heart.
El premio se otorga a “una persona que ejemplifica lo que significa liderar con cuidado, compasión, empatía, esperanza, y amor, dijo a Texas Catholic, Michael Brumley, gerente de programas del departamento de Atención Espiritual de Parkland.
Revista Católica conversó con Carrera acerca de su servicio, los retos y satisfacciones en su misión de llevar consuelo y esperanza cuando la vida se apaga.

Marilena Carrera posa afuera del Hospital Parkland, donde sirve como capellán católica desde 2023. Foto Especial para RC/Ben Torres

¿Siente que Dios la preparó para desempeñar este rol?
Servir como cuidadora de mi padre al final de su vida y en la flor de la mía, me permitió entregarme, abrazar la vida, amar y ser más semejante a Cristo para los demás. Vivo mi vida diariamente con un objetivo en mente: llegar al cielo. Entonces oro en cada paso que doy para que me lleve a ese destino final.

¿Cómo cultivó los valores católicos hasta su llegada a la capellanía de Parkland?
Creo que el viaje de la vida ha profundizado mi relación con Dios. Encuentro refugio en la oración a nuestra santísima madre, la Virgen de Guadalupe y a San Judas. Siempre me encontré relacionándome con las dos mujeres de la Biblia: Marta y María, hermanas de Lázaro. Siento que he pasado de ser como Marta a ser más como María. Tanto María como Marta sirven, pero María comprende la prioridad y la necesidad de elegir permanecer con Cristo.

¿Qué hace un capellán católico?
Brindo apoyo emocional y espiritual a los pacientes, a sus seres queridos y al personal. También sirvo como enlace entre el Hospital Parkland y la Diócesis de Dallas. Coordino a los dos sacerdotes, el padre Alfred Asunción y el padre Rubén Ortiz, las visitas diarias, la misa semanal y hago bautismos de emergencia.

¿Qué es lo más difícil en la dinámica diaria de su servicio y cuál es la fuente a la que acude para encontrar fortaleza?
Una por ejemplo fue cumplir con los requisitos de la Educación Pastoral Clínica (CPE) porque fue agotador. Mucha lectura, escritura y capacitación práctica. El programa es necesario para prepararte emocionalmente para lo que verás y oirás en los momentos más incómodos, emocionales e íntimos de la vida de las personas. Luego, la visión de presenciar el sufrimiento de las personas y la mayoría de las veces, verlas solas. Siento que nuestro papel es estar presentes y recordarles que ese es el momento de profundizar su relación con Dios y tal vez con sus seres queridos.Supero esto apoyándome en mi fe, sabiendo que en cada giro que doy puedo sentir la presencia de Dios.

¿Qué significó para usted recibir el reconocimiento Liderando con Corazón?
Ser reconocida fue como si Dios me estuviera enviando un “guiño” de que estoy justo donde Él necesita que esté.

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