La santa patrona de los músicos, fue honrada con un repertorio de talento artístico e inspiración.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS—Como cada año la celebración en honor a Santa Cecilia, patrona de los músicos, tomó peculiar auge en torno a la alegría con la que la festejan en la parroquia que lleva su nombre en Oak Cliff.
La Iglesia celebra a la patrona de los músicos el 22 de noviembre y en la parroquia de Santa Cecilia la celebración empezó desde la víspera, cuando coros de diferentes parroquias diocesanas y un total de 14 grupos de mariachis locales le ofrecieron una sentida serenata.
Al día siguiente, la comunidad se unió en una procesión previa a la misa celebrada por el obispo auxiliar Greg Kelly. Danzas de matachines y un convivio con comida típica culminaron la celebración.
CULTIVANDO LA FE
Ingrid Zermeño de 19 años e integrante del Mariachi Conquistadores Juvenil se sintió muy alegre y bendecida de tocar en la serenata a Santa Cecilia.
“Es unir algo que ya me gustaba que es el mariachi, a algo que también me gusta que es mi fe”, dijo la joven que desde hace dos años toca dos veces al mes en la misa dominical de esa parroquia.
“Antes no me sentía segura de tocar en la Iglesia, pero con la ayuda del maestro Dávila hemos ido aprendiendo más y he tenido más confianza para disfrutar y entregar algo mejor, porque es un gran honor tocar para Dios”, agregó.
Juan Dávila, veterano con más de dos décadas de trabajo en el campo de la música litúrgica en Dallas y actual director de coros en la Iglesia de Santa Cecilia, ve en las nuevas generaciones un talento importante para cultivar y servir a la Iglesia.
“Me gusta ayudar a que los mariachis aprendan de nuestra fe, que sepan que cada misa tanto como un funeral, una misa de 15 años, una misa de boda o una misa ordinaria, tienen música que corresponde”, explicó.
La serenata de los coros en la víspera de la fiesta de Santa Cecilia, sirvió para unir a esos grupos y enseñarles más sobre la belleza de la música litúrgica dijo Dávila.
“Me siento agradecido con Dios de ver que la juventud quiere aprender y me da gusto enseñarles para que sepan el propósito de servirle a Dios a través de su talento y siendo Santa Cecilia la patrona de la música, que vean que esto lo ofrecemos dándole gracias a Dios por el talento que nos dio”, agregó.
El Mariachi Conquistadores Juvenil actualmente está integrado por 12 jóvenes de entre 14 y 23 años. La mayoría de ellos tienen padres mexicanos.
Es el caso de Ingrid Cardenas y sus hermanas Jacqueline y América. Su padre, Erick Cardenas, oriundo de Tamaulipas, México, fundó el mariachi hace cuatro años.
“Como papá uno quiere que sigan su fe y nos interesó que los jóvenes dedicaran tiempo a la Iglesia, no solo tocar por tocar, sino que también puedan ofrecer su tiempo y talento a Dios”, dijo Cardenas de 44 años.
Su hija Ingrid comenzó a tocar música de mariachi hace casi una década junto a sus hermanas Jacqueline de 15 años y América de 21. Las hermanas crecieron celebrando “el día del músico” cada 22 de noviembre, pero ha sido gracias a su cercanía con la iglesia que ahora celebran “plasmar con la música, nuestra cultura y nuestra fe”, dijo América.
El Mariachi Conquistadores Juvenil posa con la imagen de Santa Cecilia, en la parroquia que lleva su nombre en Dallas, en la serenata del 21 de noviembre ofrecida a la patrona de la música. Foto: Especial para RC/Violeta Rocha
Dávila, asegura que la Fiesta de Santa Cecilia no solo es esfuerzo de los ministerios de música, sino de toda la comunidad y del apoyo del párroco, el reverendo, Cruz Calderón.
“La fiesta ha crecido mucho y el padre está muy contento al ver el empeño de la parroquia, la unión de todos los ministerios, como todos trabajamos para celebrar en grande esta fiesta, viviendo bonitos momentos en comunidad”, destacó.
Celebrar a Santa Cecilia en conjunto con otros grupos de mariachi, significa mostrar que “estamos agradecidos por el don de la música”, dijo Enrique Morales, feligrés de la parroquia del Santísimo Sacramento en Dallas e integrante desde hace 15 años del Mariachi Estampas de México, “La música es algo que une y nos da mucha alegría poderlo compartir en la Iglesia y que la gente sienta la alegría del amor de Dios”, agregó.