Catequesis y ejemplo familiar, ayudan a los más pequeños a superar el miedo de confesar sus pecados.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS— En menos de dos semanas, Camila Velásquez se confesará por primera vez. La niña de 9 años está lista para recibir su Primera Comunión, luego de dos años de preparación en el programa de catequesis de su parroquia, la Iglesia de El Buen Pastor en Garland.
Aunque la emoción de recibir a Jesús sacramentado embarga cada momento de su día a día, Velásquez, como todo niño de su edad, siente nervios de decirle sus pecados al sacerdote.
En su mente y en su corazón ella se siente lista pues ha practicado mucho cómo hacer un buen examen de conciencia y se sabe de memoria el acto de contrición. La niña, cuyos padres son feligreses muy activos de la parroquia, también se ha beneficiado de participar en el Ministerio de Misa con Niños que forma a los más pequeños en la fe y es coordinado por su padre, John Velásquez.
Actualmente el ministerio está integrado por 50 familias de El Buen Pastor.
“Aunque me da nervios confesarme por primera vez, se me quitan porque sé que estoy con Dios y que Dios va a perdonar mis pecados”, dijo
Pero es la certeza de entender que en el sacramento de la reconciliación el sacerdote es solo un instrumento de Cristo, quien verdaderamente es quien nos perdona, lo que le ha permitido a Camila, ser valiente ante un momento tan crucial e importante en su camino de fe.
“En la reconciliación no sólo es el padre que estará escuchando mis pecados, sino también Dios”, precisó.
Cuaresma oportuna
El Padre Israel González, párroco de El Buen Pastor, dijo que la Semana Santa es el tiempo más propicio para entender el perdón.
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