Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
Su gusto por la innovación, no extingue su don de gente. El fraile capuchino Ángel Ríos García, originario de Papantla, Veracruz, México, es una voz de aliento que acoge con generosidad y sirve con humildad a la comunidad católica hispana de origen inmigrante en la Diócesis de Dallas.
Su servicio en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en la que participó activamente junto a Dallas Area Interfaith en las iniciativas de apoyo comunitario, lo enamoraron más de la razón que 17 años atrás lo impulsó a ingresar al Convento de los Hermanos Menores Capuchinos en Puebla, México: “acompañar a la comunidad, conocer su realidad y sus necesidades”.
Ordenado en 2019, ingeniero de sistemas y enamorado del ejemplo de San Francisco de Asís, fray Ángel lleva cerca de seis meses sirviendo como párroco en la Iglesia de Santa Teresita-San Juan de Los Lagos.
Las necesidades de una comunidad profundamente religiosa y de origen hispano dan forma a su nuevo ministerio, en el que el sueño de materializar un santuario para Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos, se fortalece a diario.
Revista Católica Dallas conversó con fray Ángel acerca de su camino vocacional, su proceso de discernimiento y los proyectos que busca impulsar en su nueva comunidad parroquial.

¿Cómo descubrió que quería seguir a Dios a través del sacerdocio?
Eso sucede en una etapa de mi formación. Nosotros en el convento estudiamos cuatro años teología y justo a la mitad, hay un año donde suspendemos para vivir experiencias de misión, experiencias para el aprendizaje de un idioma, de estudio del carisma (de los capuchinos) experiencias pastorales. En mi caso vivía una experiencia pastoral y es ahí donde descubrí que quería ser sacerdote, precisamente gracias a la comunidad con la cual compartí. Eso fue en Puebla, México. Mi trabajo consistió en acompañar a la comunidad, conocer la realidad de la gente, sus necesidades, compartir con ellos la fe. Entonces prácticamente la comunidad fue el motivo para que yo decidiera mi vocación al sacerdocio.
¿Qué valores de su orden religiosa lo inspiraron a elegir su vocación sacerdotal?
El valor más importante para mi es la fraternidad. El vivir como fraternidad con los hermanos, el poder caminar en la fe con otros hermanos. Nuestro santo es San Francisco de Asís. Le agradezco intensamente a San Francisco de Asís que me presentara a Jesús pobre, humilde y crucificado.
¿Cuál era su ‘vocación’ antes del ministerio sacerdotal?
Soy ingeniero en sistemas computacionales de profesión y trabajé y era independiente. Después vino mi conversión y es cuando decido entrar con los Hermanos Menores a mis 33 años de edad. Mi vocación sacerdotal es lo que se le llama una vocación tardía. Algo que me puede caracterizar y que aún tengo muy arraigado de mi profesión de ingeniero es que me considero una persona creativa e innovadora. Me gustan los retos y es algo que obviamente va tomando diferente matiz pues antes era en el trabajo, ahora lo es el sacerdocio, pero siempre ando buscando que hacer y busco la mejor forma de hacerlo. Animar y agitar a la gente, siempre desde el ejemplo, si les digo vamos a hacer algo, pues ser yo el primero en hacerlo.
¿Pensando en esos años, qué consejo le daría el sacerdote al ingeniero de sistemas?
Que siga luchando y creyendo en la palabra que un día Dios le dio. Que siga creyendo en su promesas y que siga creyendo en la salvación de la gente. Cuando decidí ser sacerdote siempre estuve preocupado por llevar y acompañar a las personas a vivir un encuentro real y verdadero con Jesús. De un Dios que yo conozco que es amor, de un Dios que yo conozco que resucita y siempre buscando la salvación de la persona de esa relación real y verdadera. Ese sigue siendo mi objetivo.
¿Hay proyectos grandes a futuro próximo para su cuasi-parroquia?
Uno de mis sueños es que algún día sea un santuario para Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos. Hace poco el 2 de febrero hicimos un triduo en su honor y estuvo muy bonito, vino mucha gente incluso de otras iglesias, además de que yo veo que la comunidad sigue creciendo. Lo que necesita la comunidad de esta cuasi parroquia, es acompañamiento. En esta Cuaresma vamos a seguir trabajando juntos en la vivencia de la fe para poder resucitar todos.
Pie de foto imagen principal: Fray Ángel Rios , posa la Iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos-Santa Teresita, el 22 de febrero en Dallas. Foto Especial para RC/Ben Torres