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Delegados reflexionan sobre impacto de su participación en la Asamblea Sinodal

Por Michael Gresham

Texas Catholic

Los delegados de la Diócesis de Dallas se reunieron para la Asamblea Sinodal del 1 al 4 de diciembre pasados y describieron el encuentro como un viaje guiado por un espíritu de diálogo y discernimiento.
Los 284 delegados, que representaron parroquias, organizaciones y ministerios de la diócesis, abrazaron el llamado del obispo Edward J. Burns a caminar juntos, fomentando la unidad mientras se disciernen los desafíos y las necesidades de la Iglesia de hoy.
Al acercarse el final de la asamblea sinodal, los delegados relataron momentos de profunda oración, conversaciones sinceras y compromiso renovado con sus comunidades de fe, subrayando la asamblea como un hito de colaboración y crecimiento espiritual.
Cole Holleman, feligrés de la Iglesia Católica St. William en Greenville, dijo que participar en la asamblea sinodal como delegado enriqueció su comprensión de la diócesis y fortaleció su fe.
“El proceso sinodal ha profundizado mucho mi comprensión de la diócesis en su conjunto” , dijo. “Escuchar a mis compañeros delegados compartir sus perspectivas únicas fue increíblemente esclarecedor. A menudo estamos en nuestra burbuja y este proceso me ayudó a darme cuenta de cuántas parroquias hay con necesidades distintas. Creo que esto será de mucha utilidad para el crecimiento de toda la Iglesia en conjunto”.
El padre Elmer Herrera-Guzmán, párroco de la Iglesia de la Santa Cruz, describió la oportunidad de ser delegado de la asamblea como una experiencia reveladora.

“Hay tanta gente que comparte ideas, y muchas de esas ideas nunca las había escuchado ni las había considerado en profundidad antes” , dijo. “El simple hecho de que otros hayan planteado estas ideas y preocupaciones me ha permitido realmente reflexionar sobre ellas y orar sobre ellas junto con todos los que estaban en la sala” .


JUNTOS EN LA FE
El Sínodo de la Diócesis de Dallas se inauguró con una misa el 12 de diciembre de 2021, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe y su fase preparatoria incluyó 30 sesiones de escucha a lo largo de dos años.
La hermana Mary Anne Zuberbueler, OP, directora de la escuela de María Inmaculada en Farmers Branch, formó parte de la comisión preparatoria del sínodo , compuesta por 27 miembros.
Ella, como muchos otros, participó en esas sesiones de escucha, calificándolas de proceso de oración activa y discernimiento. A lo largo de esas sesiones y durante la asamblea, la hermana Zuberbueler dijo que fue testigo de la guía de Dios a través del Espíritu Santo.

“Hemos orado , hemos discernido y el Espíritu Santo está aquí, trabajando en este grupo” , dijo la hermana Zuberbueler. “El Señor nos promete que donde dos o tres se reúnen en su nombre, Él está allí. Eso ha sido muy evidente en estas conversaciones, tanto dentro como fuera de los procedimientos formales”.
Habiendo asistido a esas sesiones de escucha y participado en discusiones de pequeños grupos de delegados antes de la asamblea, Daniel Njenga, feligrés de la Iglesia de San Patricio en Dallas, estuvo de acuerdo.

“En esas reuniones, al escuchar a las personas presentar sus puntos de vista y compartir sus corazones, se puede sentir el movimiento del Espíritu Santo” , dijo Njenga.
”El Espíritu Santo nos está llamando a traer de vuelta a aquellos que se han alejado, a bautizar a aquellos que aún no han sido catequizados y a renovar la experiencia de fe para aquellos que ya están en nuestras filas. Se trata de hacer discípulos de todas las naciones” .


RESPONDIENDO AL LLAMADO
A lo largo del proceso sinodal, el obispo Burns ha dado prioridad a escuchar las voces de los laicos y fomentar un espíritu de colaboración en toda la diócesis. Para la delegada
”Lo que espero de aquí en adelante es que la diócesis siga ayudando al católico promedio a verse a sí mismo como un discípulo”, dijo Edna Gamiño, feligresa de la Iglesia de San Felipe Apóstol.
“Se trata de reconocer que nuestra fe no se limita a las paredes de la parroquia, sino que es algo que vivimos auténticamente todos los días, dondequiera que estemos ” .
Gamiño calificó el proceso sinodal como un llamado a la acción, llamándola a comprometerse más profundamente con su fe , ya sea en el trabajo o en casa.


ENFOQUE EN LAS VOCACIONES
Los debates sobre las vocaciones fueron una parte vital del Sínodo, con especial atención a la vida matrimonial, sacerdotal y religiosa. El padre Mark Garrett, un delegado que también se desempeña como director diocesano de vocaciones, compartió sus esperanzas de que las vocaciones sigan floreciendo en toda la diócesis.

“El trabajo vocacional no puede ser sólo responsabilidad de la Oficina de Vocaciones. Es el trabajo de toda la diócesis : parroquias, familias y comunidades” , dijo el padre Garrett, señalando que los delegados durante la asamblea compartieron historias inspiradoras de cómo descubrieron sus vocaciones, ya sea al matrimonio, al sacerdocio o a la vida religiosa. “Está claro que esos momentos de aliento vinieron de sus comunidades. Es un recordatorio de que todos compartimos la responsabilidad de fomentar y apoyar las vocaciones” .


Como seminarista del Seminario Santísima Trinidad en Irving, Daniel Sánchez, dijo que estaba entusiasmado por el enfoque en la juventud, los jóvenes adultos y sus contribuciones únicas a la misión de la Iglesia .

“Los jóvenes tienen una alegría contagiosa y una manera especial de ministrar la Palabra de Dios” , dijo Sánchez. “Miro hacia el Beato Carlo Acutis y San José Sánchez del Río y sé que estamos llamados a apoyar y evangelizar a nuestros jóvenes para que ellos puedan evangelizar no sólo a sus compañeros, sino también a los adultos que necesitan esa alegría contagiosa”.
A medida que el sínodo pasa a su fase de implementación, Sánchez enfatizó el papel vital de la participación de los laicos. “Reconocemos la necesidad de que los fieles laicos lleven realmente el Evangelio a los demás”, dijo Sánchez. “Su testimonio puede atraer a otros hacia Jesucristo”.

ABRAZAR LA MISIÓN
El padre Herrera-Guzmán dijo que el sínodo continúa siendo un viaje de oración, diálogo y acción mientras la gente de la diócesis trabaja hacia una visión renovada para su comunidad de fe.
“Para que podamos abrazar verdaderamente la misión apostólica, tenemos que estar en un solo acuerdo” , dijo el padre Herrera-Guzmán. “Nuestros corazones necesitan latir a un solo ritmo, y ese ritmo es el que el Sínodo está tratando de que recuperemos ; de esa manera, todos latiremos a un solo ritmo, una sinfonía para Dios”.
Manténgase actualizado sobre el Sínodo de la Diócesis de Dallas visitando synod.cathdal.org.

Pie de foto imagen principal: El obispo auxiliar Greg Kelly analiza la priorización de las resoluciones durante la Asamblea del Sínodo de la Diócesis de Dallas, el 3 de diciembre, en el hotel Dallas-Fort Worth Marriott en Irving. Un total de 284 delegados se reunieron para ofrecer un voto consultivo sobre 376 resoluciones presentadas al obispo Edward J. Burns para su consideración. Foto: RC/Michael Gresham

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