El obispo de Dallas habló de los beneficios de estos 40 días de tiempo penitencial.
Por Michael Gresham
Texas Catholic
La Cuaresma que inició el pasado Miércoles de Ceniza, es una oportunidad para celebrar la fe, reconocer los pecados y pedir perdón. Es también una oportunidad para prepararse para la Pascua.
Todas esas oportunidades, dijo el obispo Edward J. Burns, ayudan a los fieles a crecer en su amor a Dios.
“Con el Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma, esta es una oportunidad para que las personas se acerquen a una vida de oración intencional. Es una oportunidad por la cual las personas pueden unirse al Señor, reconociendo lo que nuestro Señor Jesucristo, sacrificó por todos nuestros hermanos y hermanas”, dijo el obispo Burns. “Esta es verdaderamente una oportunidad para muchas personas en la Iglesia y como pastor de esta diócesis aprecio mucho este momento”.
DEL PECADO A LA CONVERSIÓN
Con el inicio de esta temporada penitencial el obispo Burns dijo que las personas tienen la oportunidad de examinar su propia vida para mejorarse a sí mismos en preparación para la celebración de la Pascua.
“Recordamos las veces que hemos pecado, lo que hemos hecho e incluso los momentos en los que no hemos actuado como cristianos”, explicó. “Los 40 días de Cuaresma nos preparan para la Pascua. Ofrecen una oportunidad de aumentar nuestra relación con Jesucristo, acercarlo a nosotros y mantener nuestros ojos fijos en Él … enfocados en Él”.
Al señalar que las cenizas utilizadas el Miércoles de Ceniza provienen de las palmas quemadas que se usaron el Domingo de Ramos anterior, el obispo explicó cómo el simbolismo es una parte vital de la tradición católica.
“Las palmas se guardan, se queman y se colocan en nuestra frente en la señal de la cruz para recordarnos que debemos afligirnos por nuestros pecados”, dijo el obispo Burns.
El obispo dijo que la tradición de “renunciar a algo durante la Cuaresma” también brinda una oportunidad para que las personas crezcan en su fe.
“El ejercicio espiritual que viene con la Cuaresma es que lo que sea que dejemos, lo que sea que hayamos ahorrado al entregarlo, entonces, con suerte, encontrarás a alguien que lo necesite y se lo darás”, explicó. “Lo que hace la Escritura es llamarnos a dar limosna. Nos llama a dar a los pobres. Y así, nos mejoramos a nosotros mismos durante el proceso, pero también mejoramos a alguien más”.
Durante la Cuaresma, los católicos también tienen la oportunidad de participar en otra tradición sagrada: las estaciones de la cruz que comienzan el viernes después del Miércoles de Ceniza.
“Siempre fue la tradición de aquellos primeros cristianos en Jerusalén que recordarían lo que sucedió el Viernes Santo orando en diferentes lugares del camino”, explicó el obispo.
Dijo que también están llamados a participar en el sacramento de la reconciliación o confesión.
“Definitivamente es parte de las prácticas de Cuaresma y es un aspecto importante de nuestra tradición católica” , dijo el obispo Burns. “Recordamos que Jesús le dijo a Pedro: ‘Pedro tú eres roca y sobre esta roca edificaré mi iglesia… A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados …’ Con la confesión, tenemos la oportunidad de acercarnos al Señor y decir: ‘Me arrepiento de todos mis pecados’”.