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Adiós a Benedicto XVI: ‘su sabiduría nos acompañará siempre’
El obispo Edward J. Burns presidió la Misa memorial del 5 de enero en la Catedral de Dallas como celebrante principal. Lo acompañaron el obispo auxiliar Greg Kelly y otros sacerdotes diocesanos. (Especial para RC/Ben Torres)

Iglesia en Dallas ofreció servicios memoriales que congregaron a la comunidad en torno al recuerdo del Papa emérito.

Con el sonido de las campanas en el centro de Dallas, cientos de personas acudieron a la Catedral de la Virgen de Guadalupe para honrar el jueves 5 de enero la memoria del Papa emérito Benedicto XVI, fallecido a los 95 años de vida en la víspera de año nuevo.

Benedicto fue enterrado en Roma después de una Misa precedida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.

“Él enseñó la verdad y lo hizo bien”, dijo el obispo Edward J. Burns al recordar al Papa Benedicto XVI. “Sirvió al Señor y pastoreó la Iglesia. Ministró a los fieles. Predicó el Evangelio. Y proclamó la verdad. Por todo esto damos gracias a Dios todopoderoso por la vida del Papa Benedicto XVI”.

El obispo Burns presidió como el celebrante principal de la Misa conmemorativa, concelebrando con el obispo auxiliar Greg Kelly y varios sacerdotes de la Diócesis de Dallas.

Honrar la vida de un hombre de fe y caridad fue una experiencia personal para el obispo Burns, quien fue nombrado obispo de la diócesis de Juneau, Alaska por primera vez por el Papa Benedicto XVI en enero de 2009.

“Siempre estaré agradecido por su amor y bondad paternales y siempre lo consideraré uno de los grandes pensadores y pastores en la historia de la Iglesia Católica” , dijo el obispo Burns, quien fue instalado como obispo de la Diócesis de Dallas en febrero de 2017.

El obispo Burns tuvo la oportunidad de conocer al Papa Benedicto XVI dos veces en persona. Una vez poco después de ser instalado obispo de Juneau y luego durante una visita ad limina.

De esa primera reunión recordó lo mucho que el fallecido pontífice se preocupaba por la gente.

“Me dijo: ‘Quiero que sepas de mi apoyo y brindes mis oraciones a los fieles de Juneau, Alaska’”, dijo el obispo Burns

“Siempre aprecié que fuera un pastor. Tenía cuidado y preocupación por los fieles. Eso fue definitivamente evidente en su vida y en esa conversación”.

El obispo también alabó la capacidad del Papa Benedicto XVI para pastorear a los fieles, señalando que tenía una “mente brillante” y hablaba con mucha claridad”.

“Siempre fue maravilloso escucharlo hablar y leer sus escritos”, explicó el obispo Burns. “Nos sentimos bendecidos de que el Papa Benedicto XVI, con su intelecto y su estilo académico, haya podido presentar encíclicas tan poderosas que para nosotros siguen siendo faros, faros a través de los cuales navegamos en las turbulentas aguas del futuro”.

Si bien la historia va a recordar al Papa Benedicto XVI como el primer Papa en 600 años en jubilarse, el obispo Burns dijo que la gravedad de esa decisión destaca el amor del ex pontífice por la Iglesia.

“La gente puede deducir que tenía una preocupación tan afectuosa por la Iglesia… que en su vejez, sintió que tenía que haber maneras para que la Iglesia se mantuviera al día con una sociedad que estaba cambiando muy rápido”, explicó el obispo. “Creo que fue una ofrenda muy desinteresada para él dar un paso al costado por la fortaleza y el futuro de la Iglesia”.

MOMENTO MEMORABLE

Cientos de personas se reunieron para celebrar la vida del difunto Papa emérito, cuya imagen se exhibió de manera prominente con un retrato grande cerca del altar. Al lado se exhibieron las vestimentas rojas que usó durante una visita a Dallas en 1991 el entonces cardenal Joseph Ratzinger, como se le conocía antes de ser elegido Papa.

Fieles oran de pie durante la Misa en memoria del Papa Benedicto XVI en la Catedral de Guadalupe en Dallas, el 5 de enero. (Especial para RC/Ben Torres)

Antes y después de la celebración de la Misa memorial y en un rosario de vigilia realizado en la catedral la noche anterior, los fieles tuvieron la oportunidad de firmar un libro de condolencias que será enviado al Papa Francisco.

Stephanie Robie, residente de Ennis y feligresa de la Iglesia Católica de la Inmaculada Concepción en Corsicana, trajo a sus dos hijos, Bennett, de 15 años, y Charlotte, de 11, para presenciar la misa y honrar el nombre de su hijo.

“Es una ocasión especial y es un momento memorable”, dijo Robie. “Elegimos el nombre Bennett porque el Papa Benedicto XVI era Papa cuando nació nuestro hijo. Ese es su homónimo y queríamos que este fuera un día especial”.

En la parroquia de Santa Mónica se ofreció una Misa en español a las 8 p.m. en memoria del Papa Benedicto XVI.

Alrededor de 150 personas asistieron a la celebración oficiada por el párroco, el padre Michael Guadagnoli.

“También nosotros amparados en las ultimas palabras del Señor y el testimonio que marcó su vida, queremos como comunidad eclesial seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del padre”, dijo el sacerdote en su homilía.

“Que estas manos de misericordia encuentren su lampara encendida con el aceite del Evangelio que él esparció y testimonió durante su vida”, agregó refiriéndose al Papa emérito. “Queremos decir juntos: ‘padre en tus manos encomendamos su espíritu’”.

“Lo que me deja el Papa Benedicto XVI es que se puede usar todo lo que se aprende para bien de todos”, dijo Anastasio Dimas, miembro del Grupo de Danza Folclórica Santa Mónica. “Me quedo con el gran amor que mostró a través de dar y compartir la sabiduría, eso fue lo que durante y después de su papado me hizo sentir cerca de él”.

Raúl Palos, integrante de la comunidad Misioneros Servidores de la Palabra llamó al Papa Benedicto XVI “un gran teólogo moderno”.

“Sus enseñanzas se enfocaron en la defensa de la fe. El tuvo que enfrentar muchos problemas modernos que esta enfrentando la Iglesia. Sabemos que Dios no evoluciona, su palabra no evoluciona, es la misma desde el principio hasta el fin”, comentó.

Con información de Violeta Rocha.

 

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